Beber vino, estudiar Lógica y Lifehacking
- Andrés Urbano
- 30 sept 2019
- 2 Min. de lectura
"Las dificultades fortalecen la mente, como el trabajo lo hace con el cuerpo." Lucio Anneo Séneca.
Como prometí en la entrada anterior (léela aquí) vamos a ahondar en las maneras prácticas que existen para hackear nuestra mente y hacernos invulnerables a los efectos nocivos de los problemas, es más, no solo eso, sino además sacarles provecho.

Vamos a contar una historia. Lucilio, como cada día va a clase a la schola en la que un viejo profesor griego le da clases cercana a la Vía Apía. En el desarrollo de su jornada escolar, el profesor anuncia que dentro de tres días tendría lugar una prueba de lógica con la que examinarían a todos los alumnos. Momento en el cual, los jóvenes pupilos entran en pánico como ha ocurrido con todos los anuncios de examen en todas las escuelas a lo largo de la Historia.
Lucilio tiene mucha suerte de recibir cartas de Séneca, así que para el examen va sobradísimo. Resulta que, en esencia, lo que ha ocurrido es que a nuestro amigo romano le ha surgido un problema provocado por un factor externo y sobre el que tiene que tomar una decisión de cómo actuar. Puede lamentarse por su mala suerte o puede tomarlo como una oportunidad de mejorar.
Pues en Lucilio se da un solo problema externo que tiene tres vertientes. La fecha del examen le viene dada por el profesor, por lo tanto poco puede hacer para alterar este punto, por lo tanto, como no depende de él, Lucilio decide que esto no es un problema, ya que no tiene solución, sino que es una variable más de la existencia humana, como comer o dormir. La segunda vertiente es el desarrollo del propio examen, sobre el que tiene una intervención parcial pues, por muy bien que se desenvuelva, la calificación depende del profesor, por lo que no todo está en sus manos, solo la parte de hacerlo bien. Esta vertiente tampoco preocupa a Lucilio, porque depende intrínsecamente de la tercera y última variable, que es lo que depende enteramente de Lucilio. Aquello sobre lo que tiene absoluto control, como por ejemplo, como va a emplear los tres días que quedan para el examen. Puede pasarse la tarde en las tabernae bebiendo vino con los colegas, o puede utilizar ese tiempo para estudiar toda la lógica que pueda.
Lucilio, ante un problema, decide centrarse en lo que puede controlar, lo que depende únicamente de él y que tiene un efecto sobre las otras variables. Si estudia mucho y va bien preparado hará un buen examen, con lo que habrá más posibilidades de que el profesor le ponga buena nota y, con ello, que apruebe el examen. He aquí como Lucilio tiene su mente hackeada para, de manera racional, coger un problema, analizarlo, dividirlo en partes, escoger en cual de ellas puede influir y emplearse a fondo en esa parte.
Nosotros podemos hacer exactamente lo mismo. Con todo. Además de que, con este análisis racional, seremos capaces también de calmarnos y buscar soluciones de manera más eficaz, el propio Séneca lo decía:
" No hay más calma que la engendrada por la razón."
Intentad ponerlo en práctica, y si queréis, contadme que tal os ha ido. Nos vemos en el próximo post.
Hasta entonces, os deseo un buen camino hacia la Vida Buena.
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