Marco Aurelio, coaching cutre y problemones gordos.
- Andrés Urbano
- 20 sept 2019
- 2 Min. de lectura
"Cuando te levantes por la mañana, piensa en el privilegio de vivir: respirar, pensar, disfrutar, amar." Marco Aurelio.
A lo largo de tu vida encontrarás multitud de obstáculos, algunos incluso a tu parecer injustos. Y si centras bien tu atención, descubrirás que lo más importante no es el obstáculo en sí, sino la manera en que te relacionas con él, como reaccionas ante esa contrariedad que no entraba dentro de tus planes. Si centras tu atención, descubrirás, imagino que gratamente, que tu manera de reaccionar ante ese problema va a determinar tu éxito en superarlo.

Qué bonito es decir eso, menuda chapa de coach cutre que nos estás dando, pensarás. Espera, que ahora te voy a explicar algo más práctico sobre como utilizar esta manera de relacionarte con los problemas a tu favor.
Donde una persona ve un problemón gordo, el fin del mundo, el Apocalipsis, el borde del precipicio, tú puedes ver una oportunidad. Oh, genial, ya está todo arreglado. Espera, sigue leyendo. En ese momento cuando el resto pierde el control de sus emociones, tú vas a mantenerte en calma, ¿cómo?, pues viendo el problema como una oportunidad. Tienes que darte cuenta que todas esas emociones negativas no te son dadas de por sí, sino que puedes elegir como vas a relacionarte con ellas. O decidir no hacerlo.
Se puede aprender a percibir las cosas de manera distinta a lo habitual, dejar de ver los problemas como problemas, aprender a poner el foco en lo que las cosas realmente son y no lo que nos parecen.
Muy habitualmente(es más, esto es natural), reaccionamos de manera emocional y con ello, perdemos la capacidad de tomar perspectiva. Con esto lo único que conseguimos en convertir cosas malas en cosas aún peores. Las percepciones negativas suelen invadir nuestra mente, ese lugar sagrado de la Razón, la Acción y la Voluntad, y mandar a tomar por saco la brújula que guía nuestro obrar.
Venga va, pero cómo hacemos para ver los obstáculos como oportunidades. Pues veréis, la clave está en algo de lo que hablamos un par de posts atrás,y es en el hecho de que los problemas nos hacen estar incómodos, nos hacen tener que esforzarnos por superarlos, son el martillazo que pegamos para cincelar el mármol del que estamos hechos.
Si tomamos ese proyecto o caso en el trabajo tan difícil, o ese examen de esa asignatura que tenemos atravesada como una oportunidad para dar lo mejor de nosotros mismos y domar ese conocimiento o técnica, se está produciendo una mejora en nosotros, estamos un pasito más cerca de la Virtud, y para ello lo hemos pasado mal, es cierto, hemos sufrido, pero hemos aprendido en el proceso y, cuando termina, somos felices, estamos satisfechos si hemos dado todo lo que teníamos, llegamos a esa felicidad a la que se referían los estoicos, esa felicidad serena que nace de uno mismo y que no es momentánea y hedonista.
Os adelanto ya que en la próxima entrada voy a hablar de los tipos de sucesos, la toma de decisiones y Séneca.
Hasta entonces, os deseo un buen camino hacia la Vida Buena.
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